Cada día decenas de personas deben salir de sus hogares, para dirigirse a sus trabajos, lugares de estudios o diversos sitios. Esto lo hacen a través del medio de locomoción colectiva, llamado Transantiago.
Pero los ciudadanos que habitan y suelen ocupar el paradero ubicado, en el paradero 71/2 de pajaritos, se ven limitados, esto se debe a que el paradero no funciona.
En la mañana a las horas de mayor demanda, las micros que parten su recorrido en Maipú, desde Portales con el Conquistador. Al llegar al paradero 71/2 vienen llenas y a toda su capacidad, por lo tanto, no paran y si algún pasajero debe bajar ahí, el conductor para unos metros antes para evitar dificultades con la gente que se empieza a desesperar al ver que la hora avanza y no logran salir de ese lugar.
Para lograr remediar este problema, muchos deciden volver a sus casas y sacar el auto, que por razones de económicas prefirieron no utilizar. Los más jóvenes deciden caminar hasta sus colegios(si quedan relativamente cerca)o caminar hasta el metro pajaritos que se encuentra ubicado a cuatro paraderos de distancia.
Nicolás Ramírez Filippi, estudiante del colegio Alicante de Maipú, cursa tercer año medio.Cuenta que este año tiene más de 40 faltas al colegio, por lo que se encuentra en peligro de repitencia.Cada mañana sale al paradero a esperar la micro 404 que es la única que le sirve hasta su lugar de estudio. La micro no pasa y Nicolás decide empezar a caminar, pero el tiempo avanza se acerca la hora de entrar a clases y la micro no pasa. Cuando Nicolás llega a su colegio ya es tarde y las puertas se encuentran cerradas, no le queda más opción que devolverse a su casa porque en su colegio no dejan entrar a los alumnos que llegan atrasados.
Otro caso es el de tres estudiantes de la universidad Andrés Bello sede La Casona ubicada en las condes, ellos son Nicole Iturra estudiante de sociología, Andrés Campos y Nicolás Esteva. Ellos deciden caminar hasta el metro , ya que el viaje a la universidad es extremadamente largo se demoran casi dos horas y deben tomar micro metro y otra micro de acercamiento, puesta por la universidad que tiene horas fijas de partida.
Pero hay otras personas y son la mayoría que no tienen vehículo privado, plata para tomar un taxi o simplemente la salud y el estado físico no les permite realizar día a día esta caminata , Deben esperar y luchar unos con otros por conseguir entrar a una micro, que muchas veces no es la que estaban esperando, pero deciden tomarla igual, a esa hora solo importa salir de ese paradero y tratar de llegar lo antes posible al metro más cercano.
